Texto y música © Antonio Massana S.I.
Adaptación© Cristóbal Fones S.I.
En Jesús, Ignacio de Loyola, descubriste a tu Señor, y le diste compañeros, fieles al servicio del amor. Y le diste compañeros, fieles al servicio del amor. Tus heridas de Pamplona pudo la ciencia curar. Cuando Dios te hirió con su gracia, vivo dejó un nuevo ideal: olvidarte de ti mismo y entregarte a los demás. En Jesús, Ignacio de Loyola, descubriste a tu Señor, y le diste compañeros, fieles al servicio del amor. Y le diste compañeros, fieles al servicio del amor. Malherido en un castillo, te venció en otro el Señor. Y buscando a Dios, peregrino vas por caminos a oír su voz. Escapar del mundo quieres, y te vuelve al mundo Dios. En Jesús, Ignacio de Loyola, descubriste a tu Señor, y le diste compañeros, fieles al servicio del amor. Y le diste compañeros, fieles al servicio del amor. |
Jesús en 1911 y fue ordenado sacerdote en 1922. Dejó tras de sí una producción variada y vasta, que
abarca desde la ópera y las canciones religiosas hasta grandes oratorios y piezas de concierto. Compuso
tres óperas: Canigó (1934), Nuredduna (1947) y Juca Pirama (1950). La colección de partituras de Antonio
Massana se conserva en la Biblioteca de Cataluña.